Hay una filosofía de la antigua Polinesia que tiene 7 principios para transformar la vida. Me encantaría compartirlos con ustedes.
1. El mundo es lo que uno piensa que es. El pensar está tomado aquí en un sentido amplio, en el que están incluidas las ideas, creencias, convicciones, supuestos e imágenes mentales, tanto en su aspecto consciente como inconsciente. Este principio sostiene básicamente que nuestros pensamientos contribuyen a generar nuestra experiencia de la realidad. Dicho principio se puede entender en un nivel más literal y en otro más metafísico o esotérico.
Desde un punto de vista más literal lo que asevera es que no son los hechos los que determinan nuestra experiencia de la realidad, sino las ideas, juicios e interpretaciones acerca de los hechos. Por ejemplo, lograr un ascenso en el trabajo es un hecho. Este hecho cambia nuestra realidad, pero el cambio depende no sólo del hecho, sino de nuestras creencias (conscientes e inconscientes) respecto del mismo. Si pensamos por ejemplo, que somos aptos para el nuevo empleo, que éste es merecido y favorable a nuestro crecimiento, tendremos un tipo particular de experiencia. Si pensamos en cambio, que el nuevo puesto implica demasiada responsabilidad, que no estamos capacitados para el o que otra persona está más preparada que nosotros para esa función, nuestra experiencia será muy diferente.
No podemos forzar un ascenso, pero si podemos crear condiciones para lograr de alguna manera un puesto mejor en algún momento.
No podemos forzar un ascenso, pero si podemos crear condiciones para lograr de alguna manera un puesto mejor en algún momento.
Desde una perspectiva más metafísica y esotérica, la aseveración subyacente a este principio es que los pensamientos son energía electromagnética.
Los pensamientos son una forma muy sutil de materia, son energía. Esta energía tiene la capacidad de atraer circunstancias, a la manera de un imán, y de cristalizarse en lo que llamamos realidad objetiva. Qué quiere decir esto? que la energía de los pensamientos, cuando tiene suficiente fuerza o carga energética crea formas. Crea lo que somos y nuestras circunstancias. Si tomamos nuevamente el ejemplo del ascenso, podríamos decir que una fuerte convicción respecto de que lograremos un mejor puesto puede atraer concretamente esta posibilidad de diferentes maneras. Quizás vemos casualmente un aviso en el periódico, cuando no solemos leer ese periódico, o un amigo nos llama para darnos esa información, o alguien nos ofrece una conexión inesperada. El pensamiento "estoy convencido de que puedo encontrar un trabajo mejor" se manifiesta concretamente en una cadena de acontecimientos que pueden concluir en la oferta de un mejor trabajo. Una vez más, esto no quiere decir que individualmente podemos concretar todo lo que queremos en cada momento. Pero
cuando tienen la fuerza necesaria nuestros pensamientos producen efectos en nuestro cuerpo, en nuestra salud, en nuestra relación con nosotros mismos y con otros. Pueden también manifestar nuestros deseos, metas y proyectos. Los pensamientos operan como co-creadores de nuestra realidad. En líneas generales, pensamientos saludables crean condiciones físicas saludables, pensamientos armoniosos generan relaciones armoniosas, creencias de prosperidad generan prosperidad.
Vamos a cambiar nuestros pensamientos para empezar a atraer y a obtener lo que realmente queremos, así nos movemos al principio #2 No existen limites...
Vamos a cambiar nuestros pensamientos para empezar a atraer y a obtener lo que realmente queremos, así nos movemos al principio #2 No existen limites...
muy bueno
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